¡Bereberiscos! Bereberes
venidos aquí del África,
que hoy ofreceis a Onteniente
alegre “alardo” en comparsa.Rafael Duyos Guiorgueta
Los versos que compuso el poeta Rafael Duyos cuando honró nuestra comparsa, nos invitan a relacionar nuestra historia festera con unos antecedentes reales demasiado lejanos para ser ciertos. Si nuestra comparsa adquirió el nombre de «Berberiscos´´ fue más por casualidad y condicionantes festeros, que por el hecho de que estos personajes tuvieran mucho que ver con la historia de la Vall d’ Albaida de hace más de mil años. Sin embargo, y a pesar de esa cualidad, resulta gratificante el saber que no llevamos un nombre cualquiera, tal vez desvinculado totalmente de un contexto documental y que puede ser, sin duda, una de las comparsas que con más motivo y orgullo lleva un nombre «propio´´. Si alguna vez vinieron, en la edad media, musulmanes a nuestras tierras, seguro que fueron de origen bereber “—Los Zenetes, tribu Berberisca, posibles antiguos pobladores de Atzeneta de Albaida…”.
La Comparsa se fundó en 1920, por iniciativa de Antonio Payá, “sabater” de oficio, al que se le ocurrió formar una comparsa que reuniera al gremio de zapateros de la ciudad siendo entre otros: Tomás Cabanes, Enrique “Chincha”, Hipólito Jordá, Antonio Úbeda Matarredona.
Carlos Tormo, “Carlets”, realizó el primer Boceto del traje, de rasgos sencillos, Chilaba blanca con adornos bordados en las mangas y la parte inferior; capa con mangas, que en los primeros años se sustituiría por el denominado “capotet” de corte más sencillo, y que llegaba hasta mitad de la espalda, bolsa verde de tela, zapatos (sandalias verdes), turbante, collar y brazaletes (els ferros) y la espingarda.
Todos los lunes se reunían para charlar y estar unos momentos de tertulia, naciendo con ello uno de los ejes verterbradores de la comparsa: “La sede social” y que fue en ese momento “Casa Gual·la” al principio de la calle Morales. Son aquellos primeros años, tiempos de preparación y balbuces para ir concretando situaciones.
En ese primer año son justos para formar 2 escuadras (3 y el cabo), ya que todos los componentes no disponen del traje de gala. Tras las primeras “conversaciones” son alistados nuevos componentes de la Comparsa de Estudiantes: Toni “Picardies”, Ricardo Yelo “Furtarrollets”. También debemos resaltar la incorporación en 1925 de un hombre emblemático: Bautista Martínez “Cupido” “El pare etern”, que marcaría toda una época. Con todos ellos se logra formar esas dos escuadras de 3 componentes más el cabo de escuadra y en ese primer año les acompañó la Banda de Música de Agres.
Los festeros que se iban uniendo a la comparsa, durante el primer y segundo añio, sólo disponían de la chilaba de disparo o de diario, que sus madres o esposas confeccionaban en sus casas utilizando para ello la “Tela de bacores”, tejido parecido a la franela de tacto rugoso y disparidad de colores, no existiendo con ello una uniformidad para todos los festeros de la misma comparsa. Y aunque era este un aspecto general para todas las comparsas, los Berberiscos ya comenzaron a vislumbrar el carácter serio que les caracteriza y comenzaron por confeccionar las sandalias con telas de un mismo color verde con que recubrían las alpargatas que utilizaban para el traje de gala. De hecho la comparsa ha mantenido el mismo trage de Gala, salvo pequeñas adaptaciones, durante estos cien años.
Hacia 1927, la comparasa se reunía en el “Piset de Payá” o “Piset dels Berberiscos”, en el Regall (Calle Magdalena), en la casa que existía al pié del campanario de Santa María que marcará toda una época en la comparsa, ya que es aquí donde empieza la comparsa a formar su estructura. Se reunían los jueves, sábados y domingos, donde había un contador (cotizador), miembro de la misma que recogía la cuotas de los componentes que por aquellos años venían apagar 15 pesetas.
Era el Piset de Payá (D. Antonio Payá Pascual) lugar para la charla de Fiestas de Moros y Cristianos, para el encuentro con los amigos, para tomar el barralet de “Café Conca” –lo que hoy se conoce como “licores Sinc”–.
Un “barralet polsós sense aigua” costaba 60 céntimos; con agua 9 céntimos y una “Gran”, aproximadamente unos ¾ de litro costaba una peseta.
Rafael Ramis “Solsona” empleado del Banco Hispano y alcoyano, fue el revulsivo que tuvo la Comparsa para su afianzamiento; él fue quien inculcó el carácter más festivo y a la vez supo ir dotando de normas a lo que hasta entonces sólo era un grupo de amigos, siendo además el impulsor de aquellas tan famosas “cançonetes” una de las cuales tenemos la suerte de poder recoger, gracias a la memoria de D. José Mª Olcina.
Una nit, un amic al piset de Payá em va portar,
I sempre recordaré el rato que allí vaig passar.Allí tot és humor, guitarretes i conçons,
I quan menos el dones conter,
Vas a casa amb bonegons.¡–Xico d’hon vens, mira que és molt tard,
tindrás que engolir el sopar gelat.
–No pots pensar lo content que’estic,
D’haver alternat amb els meus amics de la filá.
Entrada la década de los treinta, la Comparsa experimenta nuevos empujes. Cada año se va haciendo más numerosa. En 1934 los Berberiscos introducen en las Fiestas las “escuadras de negros”. Causa verdadero furor ver aquellos hombres, con los rostros pintados con “Fum d’impremta”, la cara, piernas y brazos, y que después de la Entrada por más que intentaras limpiarte no había manera humana de quitarlo. Trajes de Negros que proveían de Alcoy, o al menos los principales atuendos, que después se amoldaban y complementaban con toda clase de adornos exóticos o cuanto menos estrambóticos y estrafalarios.
Movidos por la novedad y siguiendo esa manera tan peculiar de motejar lo anecdótico, no tardaron en crear unas estrofas al hilo de aquella canción que por aquel entonces causaba verdadero furor: “El Charlestón!….
Madre cómpreme un negro,
cómpreme un negro de la filá,
de la filá dels Beberiscos,
dels Berberiscos,
qu’es la que a mi m’agrá.
Porten bolsa penján,
Porten una escopeta, una escopeta
Que no fa tró…
En estos años (1934-35), la comparsa se reunía dos veces por semana en la Casa de Hipólito Jordá en la Carrer del Mig, detrás del “Cine Pere” antiguo cuartel de la Guardia Civil.
Una de la primeras bandas de música que acompañó a la comparsa fue la de Montaverner, que con las otras que venían a las otras comparsas, se instalaban en las aulas de los colegios públicos que cedía el Ayuntamiento. La comparsas proveían a los músicos de colchones y somiers para que los músicos instalaran verdaderos campamentos militares.
El 23 de septiembre de 1934, se redactaron los primeros estatutos y reglamento de la Comparsa con el ánimo de que todo vaya por buen camino, ya que por aquel entonces la economía era más bien pobre y el destino de unos céntimos para la Fiesta debía estar bien administrado y las cosas se tenían que hacer bien.
Transcurrida la guerra civil, en 1939 la comparsa ve incrementado su número con la incorporación de nuevos miembros: Manolo Gramage, Luis Orquín, Aliño, Toni “Nas”, “El Sastre” Sanchis. Subrayar que en 1940, Bautista Martínez “El tío Cupido” ostenta el cargo de Capitán. En esos años el número de componentes asciende a 40 miembros y la cuota para salir a Fiestas es de 35 ptas., incluyendo la chilaba de disparo. Debido al auge que va tomando la comparsa, Antonio Sanchis “El Sastre” se encarga de comprar telas y demás complementos para facilitar la confeción de los trajes y todos vayan bien uniformados. Entre 1945 y 1947 la comparsa se reune en el Bar Ideal y en Bar Levante (antiguo El Aluminio) y durante estos años la comparsa, por razones diversas se disgrega y da origen a dos nuevas comparsas: Benimerines y Mozárabes. La comparsa después de esta escisión, se queda con 16 componentes. Se adoptan nuevas medidas adaptadas a nuevos tiempos; se eliminan las distancias sociales y se refuerzan los lazos de camaradería, confraternizando de esta manera, funcionarios y obreros, jefes y empleados, gentes de toda condición social y económica, borrandose las diferencias individuales. Ya en la década de los 50 y debido a este gran cambio estructural la comparsa vuelve a revitalizarse y crece poco a poco. Nace en 1957 la figura del Primer Tró y el primero de la Comparsa recae en Rafel Ferrero Morell “Garrigues”, Padre del recordado Maestro Ferrero.
Entre 1958 y 1964, sería “casa Camarena” el lugar elegido, que después cambiaría de nombre por “Bar los Chicos” situado en lo que era Tejidos San José en la plaza de Santo Domingo.
Entrado en los años 60 la Fiesta de Moros y Cristianos adquiere nuevos aires introduciéndose la figura de la Reina de Fiestas que nace el año del Centenario (1960), con ella la Fiesta se revitaliza de nuevos actos y un mayor engalanamiento. La designación de las Damas de Honor posibilita la la mujer intervenga de una manera más o menos directa en las Fiestas, siendo ese año del centenario elegida por la comparsa Berberiscos Amparo Mullor Biosca.
En 1961 es capitán Moro el Beberisco Miguel Alonso Muñoz y se empieza a vislumbrar los primeros enfoques de Boato de capitanía para ensalzar la figura del capitán. Desde 1965 hasta 1978, el local social está situado en la calle de San José, nº 26. También subrayar que en 1967 Francisco Borredá Tormo “El Pando” desempeñó el cargo de Abanderado, que por aquel entonces no iba unido al de Embajador que era designado directamente de oficio por la Sociedad de Festeros. El 1968 el cargo de Capitán Moro recae en Enrique Mullor Blasco y se vuelve a vislumbrar los deseos de formar el boato para la capitanía.
Los Berberiscos celebran sus bodas de Oro en 1970 con gran pompa festera y se convierte en una de las comparsas más numerosas, llegando a tener que limitar las nuevas altas. La cuota de aquellos años ascendía a 1.300 ptas. Dado este gran aumento de número de socios el carácter administrativo adquiere gran importancia y va tomando fuerza la formación de la Junta de Comparsa en la que estarán representadas todas las escuadras por medio de un representante que se reunirá “—tantas veces como sea necesario”, para debatir los acuerdos pertinentes para el buen desarrollo de la comparsa. Cabe reseñar en 1971 el nombramiento de socio de honor de la Comparsa al Poeta D. Rafael Duyos Giorgeta, tan ligado a nuestras Fiestas y que fue mantenedor de aquel año.
También debemos recordar el sistema que se introduce para la elección del cargo de Primer Tró. La comparsa que se compone de unas determinada escuadras, establece un orden rotatorio entre las mismas, de manera que cada año le tocará a una elegir a su primer Tró consiguiendo así evitar los siempre desagradables sorteos y votaciones y al mismo tiempo que todos puedan tener la oportunidad de poder ostentar el cargo. También se recuerda con orgullo el “I Congreso de Villena” siendo uno de sus promotores el Berberisco Antonio Serna que en aquel año de 1974 ostentaba el cargo de Alcalde de Ontinyent, y de la misma forma fue una escuadra de Berberiscos la que representó a Ontinyent en el desfile Final. En ese año fueron Embajador y Abanderado: Antonio Matarredona y Manuel Esteve, respectivamente.
En 1976 José Roberto Galiana Brotons ostenta el cargo de Capitán, tras el fallecimiento de su padre, y el boato de capitanía es todo un espectáculo de color y ambientación musulmana. Ya en 1978 la comparsa se establece en el nuevo local de la calle Pintor Segrelles nº 13 y el número de socios ya asciende a más de 200 y por este motivo se renuevan los Estatutos y reglamento interior actualizándose a los nuevos tiempos.
La expansión de la Comparsa sigue en los años 80. La gente se siente atraída por ese carácter peculiar de los Berberiscos y de esta manera, fruto de esta expectación el traje del desfile de Alardos rompe con su esquema de la camiseta y la pamela para dar a paso al disfraz que se renueva todos los años desde 1983. En las Fiestas de 1984 son nombrados Embajador a Vicente Conca y Abanderado a Enrique Sarrió Valls. En 1987 es nombrado capitán a José Manuel Torró Vaello celebrando unas maravillosas Fiestas y realizando un fastuoso Boato de Capitanía con la participación de toda la comparsa.
En 1988 la comparsa ve cumplido uno de sus sueños de siempre, adquirir en propiedad su local social que se ubica en la plaza del músico Vicente Rodríguez, creándose la “Asociación cultural Moros Berberiscos!” amoldándose a la legislación vigente, y con tal motivo se renuevan los Estatutos. Local que estará abierto todos los días del año para la tertulia.
En 1993 Manuel Galiana y Enrique Micó, desempeñan los cargos de Embajador y Abanderado respectivamente.
Es a partir de este momento cuando la comparsa alcanza el mayor auge en todos los sentidos alcanzado los 400 socios se convierte en la comparsa más numerosa de Ontinyent.
En 1999 la comparsa desempeña una capitanía que será recordada durante mucho tiempo, tanto por su espectacularidad, como por su organización y desarrollo, siendo Salvador Martínez Pla quien ostentó dicho cargo.
Muchas han sido las bandas de música han acompañado a la comparsa en sus más de ochenta años de existencia: Agres, Montaverner, Benejama, Alfafara, Ontinyent, Primitiva Albaidense, Fenollet, Real de Gandía, etc. Pero se debe hacer una mención aparte en el capítulo musical para recordar a José Mª Ferrero Pastor, miembro de la comparsa y que ganó el Primer Premio Nacional de Marchas Moras de Alcoy en 1961 con la marcha mora dedicada a su padre y a la Comparsa “El Berberisch”, precisamente uno de los fundadores de la comparsa.
En 2005 la comparsa desempeña el cargo de Embajador y Abanderado recayendo en José Manuel Gisbert Revert y Jesús Sanz Sabaté respectivamente, dando un nuevo impulso al acto de las Embajadas y resaltando el cargo de Abanderado por el malogrado Jesús Sanz.
La tertulia de los Berberiscos ha sido siempre piedra angular y punto de encuentro tanto entre los festeros de la comparsa como fuera de ella. De ahí que en ocasiones se tenga como ejemplo a seguir, a pesar de esa fama de carácter austero e incluso en ocasiones tachado de “militar” en su forma de ser y hacer. Pero ese carácter no es otra cosa que el temperamento y el buen sentir por hacer las cosas bien, por vivir la Fiesta durante todo el año, por preparar minuciosamente hasta el más pequeño de los detalles para que todo salga perfecto y vivir minuto a minuto las tan queridas Fiestas de Moros y Cristianos.
Manuel Sendra Mengual será el Capitán de la última capitanía que la comparsa desempeñó en el año 2011, logrando un gran ambiente festero en todos los sentidos.
Y en el año 2017 se celebró la última Embajada que representó con toda dignidad la Comparsa de la mano de Ángela Montés Silvestre como Embajadora y Mª Carmen Tomás Martínez como Abanderada.
Después de cien años, la Comparsa de Moros Berberiscos, mantiene el carácter de la tradición, del recuerdo de nuestros antepasados, pero sin olvidar que la adecuación a los nuevos tiempos debe marcar un punto de inflexión para que la Comparsa siga en su camino ascendente, para que todos sus componentes sean partícipes y transmisores de esa forma tan peculiar que significa ser MORO BERBERISCO.
CARGOS DE CAPITANES
1934.- SALVADOR TORMO GANDIA “Plàcido”
1940.- BAUTISTA MARTÍNEZ “Cupido”
1961.- MIGUEL ALONSO MUÑOZ
1968.- ENRIQUE MULLOR BLASCO
1976.- JOSÉ ROBERTO GALIANA BROTONS
1987.- JOSÉ MANUEL TORRÓ VAELLO
1999.- SALVADOR MARTÍNEZ PLA
2011.- MANUEL SENDRA MENGUAL
CARGOS DE EMBAJADORES
1974.- Antonio Matarredona Gandía
1984.- Vicente Conca Mollá
1993.- Manuel Galiana Terol
2005.- José Manuel Gisbert Revert
2017.- Àngela Montés Silvestre
CARGOS DE ABANDERADOS
1967.- Francisco Borredá Tormo
1974.- Manuel Esteve Donat
1984.- Enrique Sarrió Valls
1993.- Enrique Micó Gandía
2005.- Jesús M. Sanz Sabaté
2017.- Mª Carmen Tomás Martínez